Psicóloga y Educadora Social
Basadas en las características generales que presentan estas niñas y niños, podemos señalar algunas de sus necesidades, siempre teniendo en cuenta que no se dan de la misma manera en todos los niños, por lo que tendremos que diferenciar cuáles son las que tiene nuestro hijo o hija de forma específica. Las necesidades también pueden variar en un mismo niño o niña según su momento evolutivo, su contexto familiar y social, etc. Estas necesidades pueden ser cognitivas, educativas, emocionales y sociales y, para lograr el bienestar y equilibrio de nuestro hijo o hija, es conveniente responder a ellas de forma simultánea.
Algunas de las más frecuentes son:
• Un entorno afectivo de seguridad donde ser aceptados como son, como niños con aciertos y errores, y sin una presión externa que les obligue a triunfar en todas las áreas y a tener las mejores notas. Como cualquier otro niño, necesitan el afecto de sus padres, el contacto físico y que les valoren por ser quiénes son, no por cómo son, ni por sus capacidades. Ser aceptados, escuchados y respetados también con sus capacidades, sin tener que ocultarlas para no destacar y ser rechazados o que se burlen de ellos.
• Poder conocerse a sí mismos, con nuestra ayuda, para saber las ventajas y desventajas de tener altas capacidades y conocer sus propias fortalezas y dificultades, que les permitan construir una imagen positiva de sí mismos.
• Un ambiente social de respeto y comprensión, que les acepte y estimule; en el que puedan tener confianza y crear vínculos de amistad y pertenencia, y en el que les ayuden a desarrollarse social y emocionalmente. Un ambiente social en el que convivan y se relacionen con otros niños diferentes y con distintos grupos sociales, que les permita aprender a respetar y valorar las diferencias, empatizar con los demás, adaptarse a las normas sociales, entender qué se espera de ellos y el efecto de su comportamiento, desarrollar habilidades sociales, asertivas y tolerancia a la frustración, etc.
• Un entorno enriquecedor, estimulante, dinámico y flexible, tanto en la familia como en el centro educativo, en el que se motiven, en el que puedan desarrollar y compartir sus inquietudes y su curiosidad y que les permita aprender y expresarse, imaginar y crear. También, donde puedan aprender de forma autónoma e independiente, participar activamente y controlar su propio aprendizaje, desarrollando, investigando y profundizando en sus intereses. Para ello, necesitan estímulos diferentes y constantes, actividades variadas y dinámicas que potencien su imaginación y curiosidad, la posibilidad de acceder a materiales y recursos adicionales, oportunidades para poder ejercitar sus capacidades y una enseñanza multidisciplinar que responda a sus necesidades. Es decir, un entorno dinámico, flexible y participativo que estimule sus potencialidades y no las limite. Asimismo, necesitan un entorno en el que poder recibir ayuda para poder planificar sus proyectos y tareas y poder tener sentimientos de éxito. Un entorno que plantee retos, reconozca sus logros y estimule la superación de dificultades. Un entorno que promueva una educación integral que les permita desarrollarse en todas las áreas.
Referencias bibliográficas
Niños y niñas con altas capacidades intelectuales. Pautas para padres y madres. Recuperado el 2 de diciembre de 2017 de https://www.ceapa.es/sites/default/files/Documentos/Encarte%20Ni%C3%B1os%20y%20Ni%C3%B1as%20con%20Altas%20Capacidades%20Intelectuales%20CEAPA.pdf