Psicóloga y Educadora Social
¿QUÉ ES LA COCAÍNA?
La cocaína es un potente estimulante del SNC que provoca:
El efecto más evidente sobre la conducta es su incomparable capacidad de recompensa o refuerzo positivo.
¿Cuál es el mecanismo de acción de la cocaína?
Su mecanismo de acción es por bloqueo de la recaptación presipnática en la sinapsis noradrenérgicas, dopaminérgicas y en menor medida serotoninérgicas.
Su potencialidad efectiva se relaciona con la transmisión dopaminérgica a través de los receptores D1 y D2. Los lugares de acción de la cocaína son:
El núcleo accumbens es el lugar crítico para muchos de los efectos conductuales que desencadena. Su acción en los circuitos mesolímbicos y mesocortical se relaciona con la euforia (Koob y Volkow, 2016).
Tolerancia a la cocaína
Las hipótesis sobre la neuroadaptación a cocaína se centran en el estudio de:
Interviniendo factores de transcripción y alteraciones en la expresión de determinados genes.
El consumo crónico produce depleción de dopamina (disminuye su síntesis, lo que reduce la disponibilidad de los receptores D1 y D2) y otros neurotransmisores, de manera que se produce una disregulación que está en la base biológica del crawing, lo que potencia la autoadministración en un intento de mantener constante el grado de desensibilización (Koob y Volkow, 2016).
Intoxicación por cocaína
Puede producir a nivel del SNC multitud de síntomas, fundamentalmente por acción sobre el sistema dopaminérgico, entre los que se encuentran:
La intoxicación por cocaína puede acompañarse de:
Las alteraciones psíquicas y conductuales más comunes que precisan tratamiento son:
El diagnóstico de intoxicación se hace ante un estado transitorio que aparece durante o poco después del consumo de cocaína, y cursa con las alteraciones comportamentales, cambios psicológicos o alteraciones del estado afectivo clínicamente significativos ya señalados.
En el tratamiento de la intoxicación por cocaína se recomienda priorizar el tratamiento con benzodiacepinas y evitar en lo posible los antipsióticos.
El uso de antipsicóticos tiene mayor riesgo de efectos extrapiramidales (hipersensibilidad de receptores dopaminérgicos), aumentar el crawing y de reducir el umbral convulsivo.
El uso de antipsicóticos se reserva para:
Síndrome de abstinencia
El SA de cocaína no es generalmente un cuadro grave y se desarrolla entre las 18 horas y los 7 días tras el cese o reducción del consumo prolongado e intenso de cocaína. En el período inicial (6-12 horas) suele aparecer irritabilidad, dificultad de concentración, disforia, anorexia y síntomas depresivos. En fases posteriores (abstinencia retardada) puede cursar con anhedonia, astenia, hiperfagia y aumento de la necesidad de consumo de cocaína.
El diagnóstico de SA se realiza ante la presencia de síntomas característicos (fatiga, sueños vividos o desagradables, insomnio o hipersomnia, aumento de apetito, retraso motor o agitación) que se presentan ante el cese o reducción del consumo, tras un so reiterado en dosis elevadas durante un tiempo prolongado. Los síntomas deben provocar un malestar significativo o deterioro en áreas importantes de funcionamiento (laboral, familiar o social).
El síndrome de abstinencia de cocaína, en ausencia de complicaciones no suele precisar tratamiento farmacológico específico, aunque frecuentemente es necesario tratar sintomáticamente algunos síntomas como el insomnio, la ansiedad o el crawing.
Síntomas psicóticos
El consumo de cocaína puede producir síntomas psicóticos.
Según el DSM-V, pueden aparecer durante o poco después del consumo (Intoxicación por estimulantes con alteraciones en la percepción), o en el mes posterior al consumo (Trastorno Psicótico Inducido).
La aparición de síntomas psicóticos transitorios en forma de reacciones paranoides o alucinaciones se conoce como Psicosis Inducida por Cocaína (PIC), cuadro que, siendo frecuente, no siempre aparece. A diferencia de Trastorno Psicótico Inducido, en la Psicosis Inducida por Cocaína el paciente es consciente de que tales síntomas están relacionados con el consumo de la sustancia.
La psicosis inducida es muy común en individuos dependientes de cocaína que buscan tratamiento. Según resultados de estudios recientes, hasta un 53,8% de pacientes dependientes de cocaína presentan síntomas psicóticos bajo la influencia de esta sustancia (principalmente ideación paranoide y suspicacia), siendo más frecuente en aquellos que consumen grandes dosis, con diagnósticos de trastorno de personalidad y dependencia de cannabis a lo largo de sus vidas. La cantidad de cocaína y el inicio precoz del consumo se relacionan positivamente con la aparición de este cuadro, así como vías de administración fumada o intravenosa. Sin embargo, el número de años de consumo de cocaína no parece correlacionarse con su aparición (Roncero et al., 2013).
Comorbilidad y consumo de cocaína
La cocaína es la sustancia psicoactiva que con mayor frecuencia se asocia con trastornos mentales. Según el estudio ECA, estos adictos presentan un riesgo 11 veces superior de padecer un trastorno mental añadido frente a los no adictivos, presentando e l 5,7% de ellos algún tipo de psicopatología, a la vez que los sujetos con trastornos mentales presentan un mayor riesgo de padecer una dependencia de cocaína que aquellos que no sufren trastornos mentales (Regier et al, 1990).
Los trastornos psiquiátricos agudos que han asociado al consumo de cocaína son muy variados, incluyendo
El incremento de transmisión dopaminérgica podría explicar los estados confusionales con agitación psicomotriz, paranoia o psicosis. La depleción en las sinapsis dopaminérgicas y en otras que provoca el uso crónico facilitaría los trastornos depresivos.
Al finalizar la persistencia de la psicopatología desencadenada por la cocaína se observa que la euforia, la agitación y la paranoia remiten rápidamente con un período de abstinencia, existiendo dudas sobre su acción a largo plazo. Sin embargo, algunos estudios en población general que consume cocaína no muestran elevados niveles de psicopatología, a diferencia de los adictos a cocaína que demandan tratamiento. Así, en la población general que consume cocaína se describen alteraciones del sueño, síntomas de ansiedad y sintomatología referencial.
Influencia de la dependencia de cocaína en la evolución de los trastornos psiquiátricos
Los pacientes con trastorno por uso de cocaína y comorbilidad asociada, comparados con los que tienen un solo diagnóstico, presentan generalmente (Martínez-Gras et al., 2016):
La dependencia de cocaína ocasiona un mayor número de ingresos psiquiátricos por causas diferentes al consumo, así como de urgencias por complicaciones psiquiátricas. La cocaína empeora el pronóstico de los trastornos afectivos, de la esquizofrenia, del trastorno antisocial de personalidad, trastorno de ansiedad y trastorno por déficit de atención, presentando todas estas patologías más trastornos de conducta.
La depresión es un factor de riesgo para el consumo de cocaína en los adictos a opiáceos que están en mantenimiento con metadona, presentando los adictos deprimidios peor evolución y mayor número de hospitalizaciones.
Los individuos con trastorno de ansiedad que consumen cocaína complican su cuadro. El consumo de estimulantes y la abstinencia de depresores agravan el trastorno de pánico y la agorafobia y los estimulantes agravan los síntomas del TOC.
Los pacientes psicóticos que consumen cocaína, al igual que los que consumen otro tipo de drogas, tienen peor calidad de vida, y más síntomas paranoides y conductas auto-heteroagresivas que los no adictos y presentan una edad más joven de inicio que los no consumidores.
Influencia de los trastornos psiquiátricos en la evolución de la dependencia de cocaína
La presencia de un trastorno psiquiátrico concomitante o de psicopatología sobreañadida a la drogodependencia ocasiona una evolución peor de la adicción.
El mayor riesgo de suicidio, la mayor dificultad para iniciar la abstinencia y la mayor severidad de recaídas hacen que el manejo de la adicción sea mucho más complejo que el de los pacientes con un solo diagnóstico.
Referencia
Ochoa, E., Molins, S., & Seijo, P. (s.f.). Guías clínicas basadas en la evidencia científica: Comorbilidad psiquiátrica en adicciones. Socidrogalacohol.
Atención psicológica en:
Atención psicológica en otros trastornos:
Precio 60 euros
Duración 1 hora
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Consultas
Centro de Psicología María Jesús Suárez Duque
C/ Tunte,6 Vecindario (Frente al Centro Comercial Atlántico, a la derecha de la oficina de correos)
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